Con mi equipo impulsamos iniciativas destinadas a defender y construir la educación pública argentina, desde el nivel inicial hasta el nivel superior. 

En 1918 se gestó el hito más importante para el movimiento estudiantil del país y la región, hito que sentó precedente en el mundo entero: la Reforma Universitaria. Como resultado se logró una educación universitaria pública y gratuita. Somos pioneros y debemos estar orgullosos de eso. 

Actualmente, uno de los mayores problemas que enfrenta nuestro sistema educativo es la gran deserción escolar: en la Argentina 1 de cada 10 argentinos llega a la Universidad y la mitad de los jóvenes abandona la escuela secundaria. Razón por la cual afirmo que debe existir una articulación y trabajo integral entre todos los niveles del sistema educativo. 

Es necesario que como sociedad nos demos un debate profundo acerca de la educación que queremos y cuáles son los desafíos que tenemos para que cada vez más argentinos ingresen y progresen en nuestras aulas. Es necesario tomar a la educación como prioritaria en la agenda pública y la política tiene mucha responsabilidad en ese sentido.

Hay que considerar al estudiante como protagonista, solo transformaremos la educación pensándola desde la integralidad. Construir la educación que queremos para la Argentina que soñamos, es nuestro mayor desafío.